Coinapult Presenta: Locks
La estabilización de la red de pagos de Bitcoin
El mundo necesita y merece Bitcoin. El acceso abierto a la economía mundial ha sido un sueño, pero ahora se está haciendo realidad gracias al protocolo Bitcoin. Sin embargo, muchos economistas, expertos financieros y académicos todavía rechazan Bitcoin, con el argumento de que una moneda de libre uso no debe oscilar enormemente en el precio. ¿Cómo pueden los consumidores confiar sus ahorros en algo tan volátil? ¿Por qué un negocio debe de aceptar Bitcoin y jugar con sus ingresos?
La política monetaria perfecta del “BCB”
Deleitémonos ante la magnificencia de Bitcoin, esta vez desde la perspectiva de la teoría económica, como si el software de la criptomoneda se tratase de un banco central ordinario. De regalo, algunas audaces predicciones.
Fuente: Satoshi Nakamoto Institute
Original por Pierre Rochard
Traducido al español por moraluniversal.com
Bitcoin tiene un banco central llamado “la red Bitcoin”, al cual nos podemos referir como el Banco Central Bitcoin (BCB). Este banco central emite una moneda llamada “bitcoin”, y procesa la transferencia de bitcoins entre las diferentes cuentas. La política monetaria reglada del BCB fue establecida en su creación, y su independencia está asegurada por la naturaleza distribuida de la red Bitcoin. Esta política no discrecional puede ser descrita como suministro de dinero con meta asintótica (SDMA).
Steve Stockman: La Regulación Bitcoin de Nueva York podría aplastar la Industria
Para Steve Stockman, Representante de EE.UU. para el Distrito 36 del Congreso de Texas, bitcoin representa una oportunidad para proporcionar el combustible que tanto necesita una economía norteamericana en dificultades a la vez que crearía nuevas clases de empleos que redefinirían la Internet.
Pero, si las regulaciones como las propuestas por el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York (NYDFS) proliferan, Stockman teme que el espacio de negocios bitcoin - y su comunidad - se enfrentará a presiones que en última instancia puede resultar insuperables.
Llega TREZOR, el Colt 45 del mundo Bitcoin
“Dios creó a los hombres; Samuel Colt los hizo iguales”. ¿Pero cómo lo hizo? No fue inventando una nueva tecnología, sino diseñando un modelo práctico y barato en base a una tecnología ya existente, y poniéndolo al alcance de todos. Con el revólver Colt 45, la defensa personal dejó de ser el privilegio de unos pocos para convertirse en un derecho que cualquiera podía hacer valer.
Me atrevo a predecir que algo similar ocurrirá con TREZOR, la cartera Bitcoin tangible creada por Marek Palatinus y compañía. Gracias a este dispositivo, la protección adecuada de los propios bitcoins estará muy pronto al alcance de todos.
Una abogada de California es la última candidata al Congreso en aceptar Bitcoin.
Christina Gagnier es la última candidata al Congreso de EE.UU. en aceptar donaciones de campaña en bitcoin.
La demócrata que representa el distrito congresional 35 de California es una empresaria y abogada que se especializa en la tecnología y, más concretamente, en Internet.
Gagnier, dijo que varios de sus electores habían preguntado si iba a empezar a aceptar donaciones de Bitcoin, y cuando las directrices establecidas por la Comisión Federal Electoral (FEC), de mayo se lo permitieron, ella abrazó la idea.
Los mercados anónimos y descentralizados están llegando
Desde la Deep Web
Hay un chiste muy “español” que se suele contar sobre los vascos -habitantes de Euskadi, una irreductible “aldea gala”- haciendo uso de varios tópicos al caso (como ocurre en estos chiste sobre “los de tal zona” donde se explota una supuesta característica del supuesto grupo). Lo voy a contar para los que no son españoles -por no dejar coja la historia y hacer uso sólo de la parte que me interesa- y por si hay algún perdido en el país que no lo haya oído nunca.
Dos amigos, Patxi y Antxón -nombres muy vascos ambos- salen “a setas”. El pueblo vasco es un pueblo micófilo que conoce sus hongos (y los sabe apreciar), de ahí que salir “a setas”, o a recoger setas, sea algo común en Euskadi y no tan común en otras partes de España. Sigo. La cosa es que durante el paseo por el monte arbolado en busca de los preciados trofeos gastronómicos, uno de ellos dice: “¡Ahí va la hostia, Antxón! ¡Que me acabo de encontrar un Rolex de Oro!”
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